¿Los ejercicios para mejorar la marcha y el equilibrio en los adultos mayores son realmente efectivos?
Lina Belem Gómez Hernández
Las caídas son uno de los síndromes geriátricos más importantes ya no solo por su frecuencia, sino porque sus consecuencias en la mayoría de los casos son infravalorados y por que además un alto porcentaje de éstas podrían ser prevenibles. La quinta causa de muerte en el mundo son los accidentes, y de ellos las dos terceras partes son caídas donde el 75% se producen en personas que superan los 65 años de edad; hasta un tercio de los ancianos que residen en la comunidad afirman haberse caído al menos una vez o presentar tendencia a hacerlo.
Las caídas son la causa principal de fracturas de cadera entre los ancianos, comprobándose que casi el 90% de las fracturas de cadera son debidas a caídas mientras que el 8 y 3% son debidas, respectivamente, a accidentes y a procesos patológicos que afectan al hueso; de aquí la importancia de la practica del ejercicio para preservar la marcha y el equilibrio en las mejores condiciones posibles ya que ninguna edad, ninguna enfermedad o secuela, puede ser una contraindicación a la actividad física, basta con adaptar dichas actividades a cada circunstancia.
Cuando la actividad física va dirigida a adultos mayores sanos o con mínimas secuelas, se tratará, en este caso, de prevenir ciertas alteraciones propias de la edad, como atrofias musculares, rigides articular o ciertas insuficiencias, que es fácil que aparezcan en estas personas aunque estén sanas; todo lo anterior para la preservación de la marcha y el movimiento (Cervera y Sáiz, 2009).
El presente estudio tiene como objetivo conocer hasta que punto los ejercicios orientados a mejorar el funcionamiento del aparato locomotor inciden de manera positiva en la marcha y el equilibrio del adulto mayor.
Método
Se realizó la búsqueda de artículos relacionados con la "Marcha y el equilibrio en el adulto mayor" y "Ejercicios para mejorar la marcha y el equilibrio", localizándose alrededor de 14 artículos referentes al tema, sin embargo, se eligierón solo 9 ya que los demás no concluían ni arrojaban ningún resultado a sus estudios. Además entre estos 14 artículos se localizarón 2 que proporcionarón información acerca de la efectividad de ejercicios para mejorar la marcha realizados con aparatos tecnológicos avanzados.
Resultados
La Revista Médica Clínica Las Condes reconoce que las terapias dependen del trastorno presentado
en el adulto y manifiesta los siguientes tipos de marcha patológica:
• -Marcha hemiparética espástica: es la más común, secundaria a un daño de la
vía piramidal unilateral. Para sacar el paso, el paciente inclina el tronco hacia el lado
sano y abduce la cadera del lado parético realizando un semicírculo al dar el paso;
se acompaña de tono aumentado en extensión de rodilla, flexión plantar de tobillo y
pie varo.
• -Marcha parkinsoniana: disminución del braceo, flexión postural, bradicinesia,
congelamiento (dificultad al inicio de la marcha), pasos cortos, festinación (o
aceleración del paso), giros en bloque, sin aumento de base de sustentación.
• -Marcha claudicante antiálgica: se observará una asimetría en el paso entre
ambas extremidades inferiores, ya que la extremidad con dolor se apoya con
cautela. El lado sano es el que da el paso más corto y con más tiempo en fase de
apoyo, para permitir a la extremidad afectada estar más tiempo en la fase de
balanceo, sin cargar peso.
• -Marcha frontal (apráxica): la severidad va desde la dificultad para iniciar la
marcha, disminución de la velocidad, pasos cortos, arrastre de pies, aumento de
base, dificultad en giros, hasta el desequilibrio de tronco que impide al paciente
tenerse en pie.
• -Marcha atáxica: consiste en aumento de la base de sustentación, incapacidad
para realizar la marcha en tándem, inestabilidad del tronco, desviación de la
trayectoria.
• -Marcha en steppage: por debilidad de la musculatura dorsiflexora de tobillo, el
paciente presenta caída del antepie en la fase de oscilación y para compensar el
problema, eleva exageradamente la rodilla, tiende a apoyar primero la parte anterior
del pie y luego el talón.
• -Marcha de pato o anadeante: es la marcha claudicante de los pacientes con
insuficiencia de glúteo medio bilateral, con gran oscilación lateral (o trendelemburg),
por ejemplo, pacientes con displasia bilateral de cadera, con cirugía bilateral de
cadera con evolución tórpida o miopatías proximales.
La Revista Médica Clínica Las Condes aclara que al conocer el trastorno presentado en la marcha y con un entrenamiento básico; el médico puede
realizar una correcta evaluación de los pacientes e iniciar las correctas medidas de
intervención (Cerda, 2014).
Judge de la Universidad de Connecticut afirma que muy frecuentemente los cambios
en la marcha son normales en el anciano:
La velocidad de la marcha (velocidad para caminar) permanece estable hasta
alrededor de los 70 años y luego disminuye un 15%/década para la marcha común y
un 20%/década para la caminata rápida.
La cadencia (expresada en pasos/minuto) no cambia con la edad. Las personas altas
realizan pasos más largos con una cadencia más lenta, mientras que las personas
bajas realizan pasos más cortos con una cadencia más rápida.
El tiempo de pie con doble sustento (o sea, tiempo que permanece el individuo con
ambos pies sobre el suelo durante la deambulación,— que es una posición más
estable para mover el centro de la masa corporal hacia adelante) aumenta con la
edad. Las personas ancianas pueden aumentar aún más el tiempo de pie con doble
sustento cuando caminan sobre una superficie irregular o resbaladiza, en caso de
afectarse su equilibrio o cuando tienen miedo de caer.
La postura durante la deambulación sólo cambia levemente con el envejecimiento.
Las personas mayores caminan erguidas, sin inclinarse hacia adelante. No obstante,
las personas mayores caminan con mayor rotación de la pelvis (hacia abajo) y mayor
lordosis lumbar.
El movimiento de las articulaciones cambia ligeramente con la edad. La flexión
plantar del tobillo se reduce durante la fase tardía de la estancia de pie (justo antes
de que el talón se levante).
En cuanto al tratamiento, resalta la importancia del:
• Entrenamiento de la fuerza
• Entrenamiento del equilibrio
• Dispositivos de asistencia
Sin embargo aclara que, si bien la determinación de la causa de la marcha anormal
es importante, no siempre conviene implementar intervenciones para modificarla.
Una marcha lenta que impresiona anormal puede permitirle a un paciente anciano
caminar en forma segura sin asistencia. No obstante, algunas intervenciones
terapéuticas pueden beneficiar al paciente, como el ejercicio, el entrenamiento del
equilibrio o, incluso, el uso de dispositivos de asistencia para caminar; esto sin
necesidad de que haya ejercicios o terapias de por medio (Judge, 2017).
Para la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología los beneficios del ejercicio y
la actividad física son los siguientes:
➠ Frena la atrofia muscular. ➠Favorece la movilidad articular.
➠Evita la descalcificación y desmineralización ósea.
➠Hace más efectiva la contracción cardiaca. ➠Aumenta la eliminación de colesterol,
disminuyendo el riesgo de arterioesclerosis e hipertensión.
➠Reduce el riesgo de formación de coágulos y, por lo tanto, de trombosis y embolias.
➠Contribuye a regular los niveles de glucosa en sangre.
➠Disminuye el riesgo de infartos de miocardio.
➠Aumenta la capacidad ventilatoria y respiratoria, así como la oxigenación.
➠Refuerza el sistema nervioso y su equilibrio con el neurovegetativo.
➠Mejora la secreción hormonal. ➠Favorece la eliminación de sustancias de desecho.
➠Evita el sobrepeso y la obesidad. ➠Disminuye la formación de depósitos renales y en
vías urinarias.
➠Conserva más ágiles y atentos nuestros sentidos.
➠Refuerza la actividad intelectual. ➠Contribuye al equilibrio psicoafectivo, mejorando el
estado de ánimo y reduciendo la ansiedad (Pedro Gil et al., 2012).
La Biblioteca Cochrane publicó en 2008 "no está claro qué tipos de ejercicio son más
adecuados para mejorar el equilibrio en las personas mayores (a partir de los 60 años de
edad) que viven en su hogar o en establecimientos de atención residencial.
Muchos de los ensayos presentaron métodos defectuosos o descritos de forma deficiente
lo cual significó que sus hallazgos podrían estar sesgados. La mayoría de los estudios sólo
informó el resultado hasta el final del programa de ejercicios. Por lo tanto no verificaron si
había efectos duraderos.
Los programas efectivos se ejecutaron tres veces a la semana durante tres meses e
incluyeron ejercicios dinámicos en posición de pie. Se informarón pocos eventos adversos.
La revisión concluyó que hubo pruebas débiles de que algunos tipos de ejercicio presentan
una efectividad moderada, inmediatamente después de la intervención, en cuanto a la
mejoría del equilibrio en las personas mayores. Sin embargo, faltaron datos y métodos
concertados en muchos ensayos incluidos, lo cual significó que se necesita investigación
adicional de alta calidad" (Howe et al, 2008).
Howe et al., determinaron en 2011 que en 34 estudios realizados donde al inicio había
2883 participantes se observarón mejorías estadísticamente significativas de la capacidad
para mantener el equilibrio con las intervenciones con ejercicios comparadas con la
actividad habitual. Las intervenciones que incluían la marcha, ejercicios de equilibrio,
coordinación y ejercicios funcionales, para el fortalecimiento muscular y las intervenciones
con ejercicios de diversos tipos parecen tener mayor repercusión sobre las medidas
indirectas del equilibrio. Hubo tendencia hacia una mejoría del equilibrio con el ejercicio en
una bicicleta estática. Sin embargo, hubo pruebas limitadas de que los efectos eran
duraderos. El ejercicio parece tener efectos beneficiosos estadísticamente significativos
sobre la capacidad para mantener el equilibrio a corto plazo, pero la fuerza de la evidencia
aportada por estos ensayos es limitada.
Muchos de estos estudios, principalmente los pequeños, mostraron diversos defectos
metodológicos. La ausencia de un conjunto central de medidas de resultado estandarizadas
para determinar la capacidad para mantener el equilibrio limita la posibilidad de comparar
o agrupar diferentes ensayos para poder establecer conclusiones sólidas sobre su eficacia.
Se requiere también estandarizar el cronograma de evaluación de los resultados, así como
realizar un seguimiento a más largo plazo de los resultados para determinar si el efecto es
duradero (Howe et al., 2011).
Herrera de eFisioterapia.net afirma que un programa de ejercicio es una forma eficaz de
evitar algunas de las enfermedades que se asocian con el envejecimiento. La capacidad de
entrenamiento de los individuos mayores, incluyendo a los octogenarios y nonagenarios, se
evidencia en su habilidad para adaptarse y responder al entrenamiento de resistencia y de
fortalecimiento. Los esfuerzos de tipo aeróbicos mantienen y mejoran varios aspectos del
funcionamiento cardiovascular, como lo son el VO2, el rendimiento cardiaco, y la diferencia
arteriovenosa de O2.
El entrenamiento de fortalecimiento ayuda a compensar la pérdida de masa muscular y de
fuerza que por lo general se asocia con el envejecimiento normal. Entre los beneficios
adicionales que se derivan del ejercicio regular se reconoce una mejoría en las condiciones
óseas y articulares, un riesgo menor de padecer osteoporosis; una mejoría en la estabilidad
postural y mayor equilibrio y, por lo tanto, una disminución en la posibilidad de caerse y
padecer fracturas, un aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento, y las mejoras
y/o controles de ciertos perfiles metabólicos.
A todas estas ventajas reconocibles es bueno adicionarle el bienestar psicológico implícito
que representa poder dominar el cuerpo en las edades más avanzadas, algo que cuando
se está imposibilitado de concretar, agrega al anciano una recurrente depresión frente a tal
incapacidad (Herrera y Castillo, 2010).
La Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social en un artículo publicado en el
año 2013 afirma que se inició un programa con 72 adultos mayores, el cual solo terminaron
59 y donde:
El tiempo de la intervención se estableció en cuatro semanas. Los pacientes debían cubrir
como mínimo una sesión supervisada y continuar el programa en una de las siguientes
modalidades:
• a) Con asistencia a la unidad de medicina familiar, dos veces por semana.
• b) Con asistencia a la unidad de medicina familiar, tres veces por semana.
• c) En el domicilio, siguiendo con un manual el programa de acondicionamiento
físico general diseñado por el equipo investigador, tres veces por semana.
La tasa de apego al programa fue de 81.94 %. Las causas de la deserción fueron la falta
de interés en siete (53.8 %), los problema familiares (defunción, rol de cuidadores, etcétera)
en tres (23.07 %), la gonalgia agudizada por la gonartrosis en uno (7.6 %), el descontrol de
la hipertensión arterial en uno (7.6 %) y la caída con fractura de fémur en uno (7.6 %).
En los 59 pacientes que terminarón el estudio se obtuvo mejoría con significación
estadística para la marcha y el equilibrio, así como en la percepción de miedo de caer y
sentirse un estorbo para los demás (p < 0.05); en cuanto a la independencia, la mejoría solo
fue clínica.
Por último, al comparar los resultados basales de los 59 sujetos incluidos en el análisis por
protocolo y de los 72 adultos mayores incluidos en el análisis de intención a tratar, se
observó que no existieron diferencias significativas para las variables principales (marcha,
equilibrio e independencia), lo que tradujo la homogeneidad de la muestra (Espinosa-
Cuervo et al., 2013).
La Revista Cubana de Medicina Física y Rehabilitación en un estudio realizado en 2015 el
cual tuvo como objetivo evaluar la eficacia de la Plataforma Cobs Biofeedback en el
diagnóstico y tratamiento de los trastornos de equilibrio, postura y marcha del adulto mayor
en el hospital "Julio Díaz" de enero a octubre de 2013. Se realizó un estudio explicativo
experimental, longitudinal y prospectivo que incluyó 60 pacientes, pertenecientes a círculos
de abuelos de La Habana, divididos en dos grupos de tratamiento: el grupo A recibió
tratamiento con la Plataforma y el grupo B se trató con ejercicios.
Plataforma Cobs Biofeedback: Equipo de respuesta informativa y entrenamiento que puede
ser utilizada en el diagnóstico precoz, la evaluación profiláctica y la rehabilitación de los
trastornos del equilibrio; brinda en forma de gráficos y en tiempo real una respuesta sobre
los movimientos del cuerpo.
Terminado el tratamiento mejoró el 60 % del grupo tratado con plataforma y el tratado con
ejercicios en 40 %. La Plataforma fue más sensible en el diagnóstico (66,6 %) en relación
a métodos clínicos (45 %) y tuvo mayor eficacia con 46,7 % en relación a los ejercicios con
23,3 %.
En conclusión la Plataforma Cobs muestra mayor eficacia que el tratamiento con ejercicios
en los adultos mayores con trastornos del equilibrio, la postura y la marcha (Cisneros et al.,
2015).
Otro artículo de la Revista Cubana de Medicina Física publicado en el año 2017 afirma que
los equipos Thera-Trainer son dispositivos que permiten reeducar el equilibrio, la movilidad
y el entrenamiento en las actividades de la vida diaria. Cuentan con software para el
desarrollo de los procederes evaluativos y terapéuticos. La inexistencia de suficientes
estudios publicados sobre el uso de las tecnologías de avanzada aplicadas en pacientes
geriátricos despertaron el interés de las autoras en la profundización de la presente
investigación. Algunas de las modalidades aplicadas con estos dispositivos son:
Modalidades terapéuticas de Thera Trainer Tigo 510:
1. Terapia modo de entrenamiento Orto.
2. Terapia modo entrenamiento de resistencia.
Modalidades terapéuticas de Thera Trainer Balo 454:
1. Terapia de calentamiento.
2. Terapia con software del Thera Trainer Balo 454.
Las autoras de la presente investigación concluyerón que el protocolo de actuación de los
equipos Thera Trainer en trastornos de equilibrio, postura y marcha del adulto mayor
contribuye a la mejoría de la capacidad funcional y por ende la autonomía del paciente
geriátrico lo cual le permitiría una mejor reincorporación familiar y social (Hernández et al.,
2017).
Discusión
Es evidente que fomentar el hábito de ejercicios bien establecidos en un adulto
mayor, siempre tomando en cuenta los trastornos y/o patologías que éste presente,
resultará en una gran cantidad de beneficios no solo para el sistema
musculoesquelético sino también para otros órganos y sistemas como el
cardiovascular, el respiratorio e incluso el nervioso; si bien es cierto que el tema que
nos ocupa es la efectividad en la marcha y el equilibrio; más de tres autores coinciden
en que las intervenciones con ejercicios funcionales para mejorar el equilibrio y la
coordinación muestran mejorías significativas en otros aspectos además no se
ha determinado si el efecto positivo en la marcha es duradero; por lo que es necesario
dar seguimiento a más largo plazo, como lo menciona Howe, para determinar si la mejoría es realmente efectiva (Howe et al., 2011).
Los profesionales dedicados a la implementación de este tipo de intervenciones
deben tomar en consideración que, independientemente del trastorno que presente
el adulto mayor en su marcha ya sea de tipo patológico o normal, todos los individuos
envejecen de manera única y en circunstancias totalmente diferentes; de manera que
no solo basta con acertar el programa correcto de actividad física o ejercicios sino
también es necesario indagar en el apoyo con el que el paciente cuenta y contará, a
futuro, para llevar el seguimiento debido; la motivación y la constancia que debe
existir en este tipo de mediaciones es importante para que el efecto positivo se logre a largo plazo.
Aunque no son mencionadas en la pregunta de investigación y esto debido, como
bien lo mencionan las autoras de la Revista Cubana de Medicina Física, a la escaces
de estudios publicados; cabe recalcar la eficacia de los ejercicios aplicados con las tecnologías de avanzada (Plataforma Cobs Biofeedback y Equipos Thera Trainer)
no solo para el mejoramiento de la marcha y el equilibrio sino también para la
detección oportuna y la correcta intervención en los pacientes adultos mayores.
Referencias
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-Judge, J. (2017). Trastornos de la marcha en los ancianos. University of Connecticut
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Disponible en:https://www.medigraphic.com/cgi-
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-Hernández, D., Carmona, B. et al. (2017). Protocolo de actuación de los equipos Thera
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Cubana de Medicina Física y Rehabilitación, vol. 9(1). Consultado el 25 de Abril de
2020. Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/revcubmedfisreah/cfr-
2017/cfr171g.pdf
Mejora la presentación en este formato, sigue siendo necesario concretar ideas. Buena presentación y formato. Calificación: 90/100
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